El sargento de la Policía Nacional, Ángel Joel Feliz, cumplió este viernes con lo que hace meses había sentenciado: matar a su madre.
Motivado por celos familiares y diferencias por una propiedad, el agente había amenazado de muerte en varias ocasiones a su progenitora, Elisenia Feliz Miller, de 53 años, quien el pasado enero lo sometió por violencia.
Sin embargo, las partes llegaron a un acuerdo que consistía en que el sargento se iba a mudar del segundo nivel de la casa propiedad de su madre y que ésta le devolvería unos 800 mil pesos por lo que invirtió en la construcción del anexo, pago que sería efectivo cuando él abandonara la vivienda.
Pero Angel Joel quería más dinero y que se lo dieran antes de mudarse, a lo que su madre se negaba, según narró entre llantos Salomón Feliz, hermano de la hoy occisa.
Próximo a las 9:00 de la mañana de este viernes cuando Joel llegó de trabajar, acudió a la primera planta de la vivienda donde su madre vivía junto a su otra hija y se enfrascó en una discusión con ambas, que desencadenó en una tragedia.
Joel disparó dos veces contra su hermana, Mayelín Romeris Bonilla Feliz, de 29 años, en la marquesina de la residencia, ubicada en la calle Central del sector Cerros del Ozama, y cuando su madre entraba a la casa, luego de sacar su carro, le propinó cuatro disparos que le cegaron la vida.
El cadáver de Elisenia, conocida en el barrio como Magy, quedó tendido en la acera.
Su amigo, Juan Pablo Falcón, con quien se había ejercitado más temprano, pasaba por el lugar y la auxilió, pero ya era tarde.
Su cadáver fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Mientras que la joven está siendo intervenida quirúrgicamente en un centro de salud de la capital y su estado de salud es delicado.
Tras cometer el hecho, el victimario huyó con su esposa, Gisel Durán Sánchez, también miembro de la Policía, y la hija que ambos procrearon, a bordo de un motor.
Luego se entregó en el destacamento Ensanche Felicidad, en Los Mina, en Santo Domingo Este.